Soma
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Post by Soma on Nov 25, 2018 15:02:27 GMT -5
The Next Day... Green Lands Zeeb:Sobras aquí mujer. Araia: Igualmente peludoZeeb:Como te— Las hostilidades inmateriales de la mujer de las llamas y del hombre de los lobos fueron interrumpidos cuando el alto sacerdote volvió a acercarse al grupo, esta vez tras de él se encontraban dos figuras, ambas muy familiarizadas con el frió viento del norte que próximamente se iban a encontrar, el vikingo solitario Hrothgar y la pequeña sacerdotisa del norte Shear, la alta sacerdotisa que se encontraba en los alrededores para despedir al grupo levanto la mirada al ver a los hijos de la escarcha. Ran: ¡Silia Salirga!—Se le acerca y esta la abraza—Shear:Cilanave Silia...Zeeb:¿Mas personas?—Gruñia el líder de la tribu mientras observaba con atención a la sacerdotisa— Araia: Es la voluntad de Lay Assaias—Respondía de manera impertinente, pero sonriendo—La pequeña sacerdotisa no llevaba mucho tiempo más que los demás ahí, pero gracias a todo el tiempo libre que tenia debido a la ausencia de su tribu, pasaba la mayoría del tiempo con la alta sacerdotisa, verlas era una imagen bastante enternecedora, ambas eran pequeñas y se veían extremadamente frágiles, pero aquellos que conocían mejor sabían lo peligrosas que podían llegar a ser. Shear:Cilanave Silia tome—Le entrega una capa de color blanca felpuda—El norte es frió.Ran: G-gracias—Se empieza a ponersela— ¿Como hicieron esta?Shear:¡ðumblas! Llegaron ayer.Tras la sacerdotisa estaba un hombre acompañado de las bestias peludas que había visto el día de la fiesta, la sacerdotisa le había dicho que en algunos días iban a llegar algunos junto a miembros de su tribu junto con varias de las criaturas heladas. Shear:Los ðumblas guían a la gente durante las tormentas. Nos acompañaran dos. ¡Founa! ¡Fon! (Vengan) Las masivas criaturas comenzaron caminar hacia el grupo principal, el hombre que las estaba conduciendo hasta entonces se acerco a los miembros de la tribu Garou y a la mujer y les ofreció capaz de pelo blanco a aquellos que no tenían suficiente para cubrirse, al acercarse al líder de la tribu este le respondió con un resoplido que hizo que el cuidado diera un paso hacia atrás y se alejara, finalmente le entrego una ultima capa al alto sacerdote antes de retirarse denuevo en dirección a las criaturas. Las enormes criaturas eran colosales, incluso los mas grandes del grupo eran pequeños en comparación, a simples observaciones los animales aparentaban ser al menos del tamaño de 3 personas de alto y una completa de ancho, cuando estas pasaban cerca de alguno de los del grupo un profundo olor metálico invadía el aire, aquellos que hubiesen experimentado tormentas eléctricas en el pasado podían rememorar este aroma, era literalmente el olor de los relámpagos, un metálico azufroso con toques de acidez. —Se ven deliciosos— Murmuro uno de la tribu Garou Zeeb: Solo veo estorbos.La mirada del líder de la tribu paso de las enormes criaturas a las sacerdotisas, un reflejo casi primal, muy cercano al hambre brillo en sus ojos, aunque su mirada no paso desapercibidas, las figuras tanto del vikingo callado como la de la señora del fuego se metieron entre al líder de la tribu de lobos y las sacerdotisas. Zeeb:...—Su enojo comenzaba a hacerse obvio—Finalmente una ultima figura se presento ante el grupo, esta vez una muy familiar, Ska el hada extraña llegaba gritando anunciando su presencia ante el grupo, muchos de los presentes levantaron la mirada, a lo que el hada respondió con un pequeño chillido de susto antes de volar rápidamente junto a la sacerdotisa y el vikingo, ocultándose de la mirada de las nuevas personas. Anciano: Es hora de partir. Recuerden lo que les dije. Si se vuelve muy peligroso huyan.Hansel: "Como los voy a extrañar muchachos, cuídense por favor"—Decia mientra abrazaba al cuidador de los ðumblas—"Que pelo mas suave" Cuidador: Por favor no me toquesZeeb: ¿Quien demonios eres tu?Hansel: "Los extrañare"Ya con la colorida despedida de nuestro extraño y alienigena amigo el resto del grupo partió en dirección al norte, guiados por el anciano y con las criaturas blancas caminando tras de ellos, el camino iba a ser largo pero iba a ser un amino que los hijos de la escarcha conocían muy bien, ambos casi sentían nostalgia de volver a experimentar su frió hogar.
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Post by leand123 on Nov 27, 2018 23:12:03 GMT -5
Al haber deseado permanecer con las demás tribus Mistem y los demás de su tribu han de establecer sus casas y cabañas y como monje de ellos Mistem le ha tocado ayudar con sus artes elementales, moviendo la tierra con los materiales y utilizándola de material, avivando las llamas, manejando el agua hacer barro y secándolo con ayuda del fuego y el viento para juntar la madera, no era capaz de edificar cosas rápidamente por el mismo pero si alivianaba el trabajo de todos los hombres y mujeres, pues para eso era el monje para guiar y servir de soporte. Y Ahora que la tribu se instaló en allí y tenían un techo seguro Mistem se aparto para pensar y llego a dos conclusiones, la primera es que ahora que hay varios nómadas conviviendo como una aldea las discrepancias van a estar a flor de piel, pero todos compartían algo, comparten el aire que respiran y la tierra que habitan, el suelo que cosechan, compartían con la naturaleza, la naturaleza es lo que todos tienen en común, así que si quería ser un intermediario de las personas debía entenderse con algo que todos entienden, por esto decidió ir a la montaña a afianzar sus sentidos con los elementos, ser más cercano a la naturaleza, entenderse mejor con ella y que esta le diera permiso de manejar la con mayor fluidez, fuerza, y firmeza. Su segunda conclusión fue más comprensiva con su tribu, ya que si ahora quería ser intermediario de toda la aldea, o al menos de se tribu con la de los demás, necesitaba de alguien que sea intermediario entre las personas de su propia tribu, debía de elegir y comenzar la enseñanza del próximo monje antes de lo planeado. Esto lo entendió mientras meditaba, mientras la naturaleza le ayudaba a pensar, pero su meditar se perturbo cuando la naturaleza le percato de las irregularidades del mundo de los espíritus, y con este mal sentimiento iba de regreso a donde estaba el resto de su tribu se encuentra con un grupo que iba partiendo al norte, entre ellos al vikingo y la sacerdotisa con los cuales ya había tenido contacto e incluso un hada y decide acercarse antes de que salieran.
Mistem: Vikingo, sacerdotisa -dice mientras se acerca a ellos- veo que van al norte y lo siento por molestar, pero he percibido algo.... hace poco, y quería saber si esta partida tendria algo que ver con el mundo de los espíritus -esto ultimo lo dijo en un tono más bajo como no queriendo que se escuche muy fuerte de lo que habla-
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Soma
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Post by Soma on Nov 28, 2018 9:24:01 GMT -5
Anciano: Haz venido, monje. Mistem: Alto sacerdote.—Hace una reverencia—Anciano: Yo responderé tu pregunta. Los espíritus están activo y las tribus tensas. Buscaremos la causa en el norte Mistem: Quiero ir con ustedes. Debo proteger mi tribu y este mundo.Anciano: Tu llegada fue esperada. Esta sera una prueba para el juicio y la voluntad. No debes olvidarlo.Con una reverencia más el monje se une al grupo, el cuidador saca otra capa mas de la mochila y se la entrega al monje, este la mira extrañado por unos segundos antes de darse cuenta que todos los demás están usando abrigos similares, así que sin cuestionarlo mucho mas decide ponérsela y comienza a caminar junto al grupo, el vikingo le da un apretón en el hombro y la sacerdotisa le sonríe. Zeeb: Esto no es una prueba—Dice obviamente molesto—Todos aquí sobran, yo puedo hacer esto solo.Anciano: Lay Assaias quieren juzgar a muchos no a pocos. Todos aquí deben ser juzgados. Araia: Te sientes opacado por guerreros mas grandes y fuertes.—Suelta una risa—Zeeb: Hablas mucho para ser mujer.—Dice mostrando los colmillos—Les mostrare porque solo yo soy necesario para esta prueba.Skagaral: (Tu amigo da miedo...)Shear: (Si... Siento un aura de violencia viniendo de él)Con este ultimo integrante, el grupo comienza su largo viaje, aunque aun estaban lejos de siquiera acercarse a las montañas del norte, los futuros artistas podían sentir un viento friolento golpeándolos de frente, algunos como la sacerdotisa y el vikingo se sentía felices y agradables ante el frió, incluso abrían sus capas y pieles para dejar al aire tocar su piel, otros como la maestra del fuego en cambio trataba de abrigarse aun más, estaba acostumbrada a climas cálidos y secos como los del desierto y pasar de eso a uno frió y húmedo hacia que su cuerpo reaccionara fuertemente ante los gélidos aires que la bañaban, varias horas pasaron caminando hasta que finalmente el paisaje comenzó a cambiar, las largas hojas que formaban el pasto comenzaban lentamente a encogerse y dar paso a grama oscura pero corta.
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yomi
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Post by yomi on Nov 29, 2018 21:40:24 GMT -5
esplendoroso dia el que se presentaba a la yokai, siendo que algunas intentando aprovechar el regalo que era un lago Lirelei: emh... me repites como funciona esto? dijo la babosa sostenendo una rama con un hilo Kamui: solo esperas, pusimos algo de carne de humano al final... algo deberia querer agarrarla Lirelei: y entonces?
Kamui: jalas con todas tus fuerzas
dijo mientras continuaba tejiendo un telar de algunos materiales que habia encontrado en la aldea, a sus ojos deberia ser util, tal vez no para peces pero si algo mas grande
... un ruido
Lirelei: ahahaaaaaah!
al parecer la babosa habia agarrado algo
Kamui: jala
Lirelei: cierto!
con todas sus fuerza la babosa tiro de la rama atrayendo al pez el cual salio despedido del agua
Lirelei: lo hice!
Kamui: si, y alla va
dijo siguiendo la trayectoria del animal fuera de su elemento...
Lirelei: crees que pase algo malo?
Nemu: PORQUE UN PESCADO ACABA DE CAERME EN LA CABEZA!?!?!?!?
Kamui: probablemente
Lirelei: T_T
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en otra zona cerca del centro de la aldea
Nemu: matare a alguien
dijo mientras se quitaba un acuatico de su persona y lo arrojaba a la hoguera que habian hecho, ante esto una de las harpias solo la miro disgustada
Rina: sabiendo que intentamos cocinar y aun asi desperdicias comida
Nemu: no me importa!
Fuu: aprecio que quieras ayudar, pero ayuda para variar
Nemu: o que?
Fuu: quieres ayudar a las Oni con el bosque?
en un momento de silencio metio la mano en el fuego y saco al pez medio quemado
Nemu: que hago con esto?- pregunto con la mano regenerandose
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en el bosque que rodeaba a la aldea y la montaña
Touko: por que estamos derribando arboles?
Astate: si vamos a hacer esta zona nuestra hay que habituarla
la oni la mira sin exactamente saber que queria decir eso
Kagarashi: que modificaremos el bosque para tener lo que necesitemos, principalmente lo que Pan necesite, ella conoce las plantas y hierbas mejor que nosotros
al mirar a la satiro que las acompañaba solo vieron el despojo ebrio que era
Kagarashi: ... cuando puede levantarse es util... creo
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mientras en lo apartado de la aldea
Yume: porque no puedo ir con las demas?
Yasaka: porque todas ella tienen un rol que cumplir
Kio: y porque saben dominar sus arte
Yume: guueh
no podias decir que mentian pero debian darte algo de credito
Yasaka: como digas o menciones la daga te la metere donde ni la señora Nya podria curarte
Yume: gueeeh
Kio: eres una nurarihyon, la principal cualidad de tu tipo es infiltrarse y fallaste dos veces... miserablemente
Yume: yo no/
Yasaka: no fallo tan grave pero si manejo mal sus poderes y situacion, y por eso estamos aqui, entrenaras con nosotras
Yume: me enseñaran arte!? *_*
Kio: no, aprende primero a dominar lo tuyo como las demas, luego veremos si pasamos a eso
Yume: muuuh, y ahora que?
Kio: intenta esconderte de Yasaka
Yume: ... que?
Kio: usa tu miedo y escondete de yasaka, simple no
la sonrisa de kio decia simple, sus ojos decian castigo
Yume: claro!
con naturalidad usaste tu miedo y te desvaneciste a la vista entre la oscuridad...
para ser cacheteada por yasaka
Yasaka: para una habilidad de sigilo utilizas mucho miedo
Yume: debo que, sabes perfctamente como funciona
Yasaka: hay diferencia entre usar mucho miedo y comprimir mucho miedo
para los efectos, yasaka te habia hablado en otro idioma
Yasaka: intenta lo siguiente, reune miedo y comprimelo, si logras eso pasaremos a otra cosa
recordabas que gitsune habia intentado enseñarte algo asi... no deberia ser dificil verdad?
Yume: ok, veamos
intentaste reunir tu miedo, segun gitsune debias pensar en un punto focal, en este caso decidiste que seria tu vientre, de alli podias manejarla mejor...
Yasaka: reune mas
Yume: eso intento
llamaste mas miedo asi ti pero notaste que se escapaba una buena parte de tu control
Kio: Comprime mas!
Yume: eso intento!
de nuevo recuperaste el control pero ya no era la misma cantidad de miedo, habias cortado el flujo en favor de control
Yasaka: reune mas!
Yume: INTENTO HACER AMBAS OK!?
Yasaka: no piense solo hazlo!
con yasaka presionandote a mantener un flujo y Kio regañandote para controlarlo al final decidiste mandar todo a la oscuridad
Yume: LO INTENTO ENTENDIDO, QUIEREN QUE LO HAGA!? LO HARE!!!!
abandonar flujo por control, abandonar control por flujo, simplemente dejarias eso y reunirias todo
Yume: AAAAAAAAAAAAAHH!
Yasaka: yume controlate, es demasiado!
Kio: Yume Para!
no ibas a parar, ya no podias parar
Yasaka: YUME! PARA!
piiiiiu
Yume: hehe, creo que tenia algo
Yasaka: yume... acabas de
Yume: NO!
Kio: lo oimos claramente
Yume: NOOOOOOO!
mientras tu mente estaba ocupada con la humillacion la de tus amigas aun contemplaba el claro que habia quedado permeado de tinieblas
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Post by Genesis on Nov 30, 2018 15:09:15 GMT -5
El día anterior a partir.
Araia: Alta sacerdotisa, ¿Cree usted que haya algo, cualquier cosa, que pueda decirnos sobre este suceso, que pueda ayudarnos en nuestra búsqueda?Cuando indagó al respecto a su situación, no esperaba una respuesta concreta. La verdad, esperaba más bien advertencias sobre el clima, criaturas o algo por el estilo. Pero la Alta sacerdotisa, conocida por el nombre "Ran" le dio una respuesta que de ninguna forma respondía a sus interrogantes, más bien parecía evitar responder. Sus palabras abrieron más preguntas que respuestas sobre la mente de Araia, aquella que descubrió el significado de su nombre: Una canción sin letra.Ran: Allá espera una prueba final. La prueba es sobre responsabilidad... sobre maduración. Y sobre voluntad. El árbol deja caer frutos cuando están maduros. El ave deja su nido para aprender a volar. Deben aprender a volar, después de ser dejados caer. O morir. Pero... cuando llegue el momento, por favor... repitan el nombre "Kadexae" en sus plegarias. Kadexae Dor'el. El momento llegará. Si no llega, han fracasado. Pero yo creo que pueden... y les tengo fé. Ana Akímida cree en ustedes. Anae baéves vinfas... ransured vitorive... ransursiás vitoril. Ella rezó por eso. Pero ella también pide... ustedes amen el mundo como ella. Y a la vida; como ella.
Sin conocimiento del lenguaje divino, Araia no tenía realmente idea del significado de las palabras. Pero podía notar cariño en ellas. Ran ciertamente tenía un don. Su voz era la de una niña, pero sus palabras estaban envueltas de la calidez de una madre. Sus ojos malaquita la observaban como una madre que ama a sus hijos, no podía explicarlo realmente. Con una tímida media sonrisa, Ran pareció por un momento invocar el mismo espíritu de la diosa, alzó la mano como para tocar la mejilla de Araia, pero se detuvo en el aire y se retrajo, su rostro colorado. Con ésto, le informó que el norte era conocido por sus tribus guerreras. Vivir en el norte era una actividad peligrosa. Uno corría el riesgo de congelarse a la muerte, de ser comido por animales tan fuertes como grandes, de caer en un precipicio invisible, cubierto por metros de nieve. Sus tribus se adaptaban a esto. La falta de recursos hacía común la pelea por un territorio de caza, la pelea espantando a los animales y haciendo necesaria aún otra guerra por el nuevo territorio al cual se movieron. Pero por sus costumbres guerreras, una apreciación única por la muerte y la vida había nacido en sus lares. La muerte debía tener un propósito, pero la vida era júbilo puro. La camaradería entre hombres que han peleado lado a lado era difícil de lograr por otros medios, y le pregonó una corta historia sobre dos antiguos guerreros del norte... Ran se detuvo, y una expresión de tristeza la invadió, inmediatamente reemplazada por una leve sonrisa, como intentando consolarse a sí misma. Entonces, explicó a Araia que éstas leyendas; historias sin forma de probar su veracidad, eran la base de la vida en el norte. Hizo su mejor esfuerzo por explicarle que no debe cometer el error de juzgar su vista de la muerte; una vista nacida de la alta probabilidad de morir. En cierta forma, buscar esa forma de morir era un motivo para vivir. La Leyenda era una advertencia: Sobre la idea de la gloria, que ninguna persona que enfrenten allá luchará a nada menos que la muerte. Sobre la ferocidad y el tamaño de sus bestias, que tienen la fuerza de su tamaño. Y finalmente, la sacerdotisa cambió de tema, no sin disculparse al menos diez veces. Procedió a ofrecerle a ambos presentes, el lobo y la joven, el lugar donde podrían dormir, las partes controladas por las tribus y donde conseguir agua para beber o para lavar. Su cordialidad recibida por frialdad de parte del lobo humano, pero curiosa aceptación de la joven. Así, ese día procedió, mientras la joven sacerdotisa enseñaba el lugar hasta la llegada de la noche... y al día siguiente...
La luz del día hacía todo menos amenazador. La cantidad de miedo producida (o más bien extenuada) por Yume sin embargo rompía con ésta usualmente verdadera asunción. La onda de emociones viajó por el aire, como una corriente de viento, hasta que finalmente llegó a los sentidos (desafortunadamente, no solo el oído) de un atento chamán. Chamán: ¡ESPÍRITUS!¡INQUIETOS...!Mientras un guerrero, vestido en pieles de animales salvajes y portando una lanza de hueso con punta de obsidiana entra en la morada del chamán. Se sienta frente a él, dejando su lanza descansar entre sus piernas. ???: Usted llamó mi presencia, chamán.Chamán: ¡DIME, joven Jabalí! ¿Que hueles?El guerrero, de nombre "Jabalí" levantó la cabeza como sabueso, olfateando el aire. Sus ojos se retraen, dejando blanco en su lugar. El olor de la pipa del chamán era casi opacado por el aroma especial de la esencia que su tribu conocía... Jabalí: Es... la esencia... Obo...Chamán: Así es... ¡El Obo de los espíritus!Jabalí: ¿Ellos están cerca?Chamán: No... Descansan lejos. El origen es la dirección de donde el sol cae en las noches...Jabalí: ¡Yo partiré de inmediato! ¡Volveré con el Crotolamo de estos espíritus!Chamán: Y así, obtendremos el sagrado Permatrago... ¡Parte ahora, joven Jabalí! ¡Vuelve para guiarnos al Padalustro!Así, el guerrero departió, con Trujo en sus manos, mientras su tribu le daba la despedida una vez más. Esta tribu de cazadores de Espíritus de la noche mandaba ahora a su mayor guerrero... Jabalí N'chador. Siguiendo el aroma de la esencia que denominaban Obo, buscaría el origen de la perturbación de miedo. Instrucciones: @yume: coming soon... El resto: sigan con lo suyo.
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Post by celtic on Nov 30, 2018 16:07:05 GMT -5
Un importante viaje. Una Vehemente aventura. Ilimitadas posibilidades de obstáculos y desafíos que pudieran presentarse en las inciertas tierras del norte. Y sin embargo, pese a todo el peligro que eso simbolizaba, un raro acontecimiento ocurría. Un semblante no de confusión, duda, inseguridad o apatía cubría su rostro, sino uno lleno de resolución, ojos que mostraban el deseo de hacer la diferencia. Finalmente, algo que Hansel pensó que se encontraba perdido, resurgía. Determinación.
Sin pensarlo 16 veces, salió de la cueva donde solía refugiarse a un ritmo más acelerado del que normalmente acostumbraba. Personas valientes que no temían enfrentar lo desconocido estaban por partir y no quería dejar que se embarcaran a esa búsqueda por su cuenta así nada más. Cuando los vio listos para partir, se encaminó a su dirección, pidiendo que esperaran.
Hansel: ¡Esperen!
Puede que algunos hayan volteado a su dirección general con intriga, otros simplemente decidieron ignorarlo, o simplemente no les parecía necesario la efusividad de tener un nuevo compañero de último minuto... Lo cual hubiera sido el desenlace más esperado para la caravana, sin embargo, tratándose de Hansel...
Hansel: ... Adiós, los voy a extrañar bastante, cuídense mucho.
En efecto, la única razón por la que el estrafalario viajero que aún no había contado realmente nada de sí mismo (Nada interesante al menos), era para despedirse de aquellas personas que apenas y conocía, o más bien, solo los había visto de lejos en las cercanías realmente sin ningún tipo de interacción. ¿Entonces por que? ¿Tendrá que ver con la peculiar forma de ser del individuo? ¿O será solo otra de las múltiples consecuencias de los eventos que ocurrieron antes de que apareciera en los alrededores? Cual fuera el caso, luego de abrazar al cuidador de ðumblas, se apartó a un lado y miró como el grupo iniciaba su viaje. Hansel: "Además... Alguien necesitará quedarse para cuidar del asentamiento en su ausencia... y yo me aseguraré de no estorbarle a esa persona. Quizás hasta le pueda ayudar."(Se regresa a la cueva a dormir).
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Post by Freyja on Nov 30, 2018 18:44:46 GMT -5
Observando desde la distancia, más personas se unían a nuestra búsqueda, tal como dijo el Alto sacerdote. Parecía ser que la mayoría conocía al gran vikingo y la pequeña sacerdotisa. Los vi conversando con alguien más, alguien que no supe identificar. Solo sé, que al mirar a mi costado derecho, lo primero que noté, fue el descontento del lobo. Sólo esperaba que esa tregua en verdad fuese duradera. Agradecí a la joven sacerdotisa por el abrigo blanco que me obsequió. Graciosamente, se parecía mucho a la bolsa que Nita me había traído del norte. ¿Tal vez ella los conozca? Escuché a Zeeb quejarse un par de veces y solo le lancé una mirada de desagrado. No debería abrir la boca cuando no le conviene. Araia: ¡Oye! Tienes que calmarte. —dije acercándome y en susurros— la gente empieza a notar que los detestas. Zeeb: Los desconocidos no son de mi agrado. — El hombre se veía exasperado— Araia: Pues no hay mucho qué hacer al respecto. ¡Recuerda la tregua de ayer! Zeeb: Eso, es entre tú y yo.
Estuve a punto de responder, pero me fijé en la joven que lo acompañaba, mirando muy atenta, entre preocupada y molesta hacia el joven lobo y yo. ¿Serán acaso...? Dejé escapar un suspiro de agotamiento. No tenía tiempo para una chiquilla enamorada y celosa. Araia: Solo... Mantente bajo perfil. Y mantén tu ira bajo perfil también. No nos metas en problemas con esta gente, por favor. —Dije eso último en tono de exasperación— ¡Ah! Y controla a tus chicos! Se van a comer a esa... Cosa... Felpuda gigante... — miré a las criaturas y sentí un escalofrío recorrer mi espalda. Eran enormes. Decidí alejarme de ahí antes de que me aplastaran—Me acerqué a la pareja dispareja que eran la sacerdotisa y el vikingo, junto con un nuevo integrante justo después de que acabaron de hablar. El tiempo corre y ellos lo sabían, comenzamos a avanzar. A medida de que avanzábamos el viento se hacía más gélido, me hablaba de un cambio, una tierra en donde el fuego no vive por mucho tiempo, en donde el hielo prevalecía. En donde un dragón no podría sobrevivir, si no lucha con todas sus fuerzas. Y tras recordar el relato de la Alta sacerdotisa, todas mis dudas volvieron a aparecer. Me preocupaba no ser bien recibidos en el norte. Me preocupaba que el joven lobo hiciera de las suyas y me costara caro a mi también. Sin pensar sus palabras, dejé a mis miedos controlar mi lengua. Araia: Sacerdotisa, ¿Cree usted que seamos bien recibidos... en el norte?La pequeña joven, con una sonrisa no dudó en contestar cordialmente. Shear: ¡Por supuesto! Son más que bien recibidos en el norte. Hrothgar: ¿Por qué preguntar? — Aparentemente había despertado la curiosidad del gigante —Miré hacia atrás, observando a los miembros del clan Garou con una mirada de preocupación. La pequeña y el Vikingo voltearon instintivamente. Fue la mejor respuesta a su pregunta. La joven sacerdotisa al mirar mi semblante, notó que algo no estaba bien. y se dió cuenta del por qué más temprano que tarde. Volviendo de mis pensamientos, decidí hablar una vez más. Araia: Haré lo posible para que no traiga problemas. —Recité esto último como una promesa mirando a la sacerdotisa. su rostro se suavizó un poco, e inclinó su cabeza en señal de aceptación.—Decidí no recitar ni una sola palabra durante el resto del viaje, a menos que fuese estrictamente necesario. Con las horas, la puesta de sol floreció en el cielo, y la brisa se hizo más fría. Tal vez el dragón podía sobrevivir al invierno. Tal vez... luchar no sea necesario.
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Soma
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Post by Soma on Nov 30, 2018 20:33:22 GMT -5
Bonfire Finalmente el primer día de viaje termino sin muchos percances, la atmósfera era tensa, era difícil diferenciar si era por los espíritus o por la incomodidad de ciertos miembros del grupo, el campamento estaba montado y sobre el fuego estaba ensartado un jabalí que uno de los de la tribu Garou había cazado hacia unas horas, así como también algunas raíces y frutos de arboles cercanos, la sacerdotisa estaba sentada en silencio pensando; las palabras de la maestra del fuego resonaban en su cabeza, "¿Seremos bien recibidos en el norte?" el problema no era la pregunta como tal, es probable que si fuesen recibidos bien por las tribus aledañas a la suya, su titulo ostentaba ciertos privilegios, pero el problema era otro. Shear: Los muertos...—Dice rompiendo el silencio—Inmediatamente todos suben la mirada y voltean a ver a la pequeña sacerdotisa, la mayoría con confusión en sus rostros, por unos segundos nadie sabe como reaccionar ante la frase incompleta, al menos hasta que tanto el cuidador de ðumblas y el vikingo logran conectar los puntos, ambos abren los ojos en asombro antes de entrecerrarlos en preocupación. Zeeb: Habla niña.Shear: No se a que zona iremos. Pero hay un peligro.Hrothgar: Draugrs...Araia: ¿Draugrs?Shear: No-muertos. Despiertan cuando no se les hacen los rituales correctos al morir. No hay cerca de nuestra tribu, pero si vamos lejos de ella...Mistem: ¿No-muertos?Shear: Muertos que caminan, violentos, peligrosos. Las gostrones, los levantan como juguetes cuando no se hacen ritos funerarios.Araia: ¿Gostrones?Anciano: Demonios. Todos los que escuchaban atentos voltean de golpe a ver al alto sacerdote, una mirada de preocupación se dibuja en todos los involucrados, al menos en todos menos en la cara del señor de los Garou quien sonríe profusamente ante la idea de enfrentar a un enemigo tan temible. Mistem: No deberían haber, ustedes hacen los ritos.Shear: —Mueve la cabeza de un lado a otro en forma negativa— Nosotros hacemos ritos funerarios. Los hacemos con enemigos o tribu. Pero otras tribus no pueden siempre. Las guerras son muchas y son largas, aveces los muertos se pierden en la nieve y luego aparecen como Draugrs.Zeeb: ¿Como se matan?Shear: —Se sorprende ante la pregunta repentina, pero responde— Los Draugrs no sienten dolor, son rápidos y fuertes, igual que los guerreros que eran cuando estaban vivos. Su piel es seca así que se queman rápido, ademas la luz destruye sus cuerpos. Mistem: ¿Entonces fuego y luz?Shear: —Asiente— Siguen siendo cuerpos, si se les destruyen no se levantaran más. Zeeb: Entonces los golpeare hasta que no quede nada.—Dice sonriendo—Ante el ultimo comentario el vikingo y el cuidador fruncen el ceño y la sacerdotisa abre los ojos sorprendida, no era normal para ellos que desprestigiaran tanto los cuerpos de los muertos, para ellos esta era una ofensa, pero debido a la diferencias culturales decidieron dejarlo pasar por ahora. Araia: ¿De que más nos debemos preocupar?Shear: —Se lleva la mano al mentón mientras piensa, varias cosas se le vienen a la cabeza— Pues.—Siente como el vikingo le pone la mano en el hombro, al voltear a verlo se percata que le esta diciendo que no diga mas nada— Hrothgar: Solo animales. No debemos acampar en los bosques, es mas seguro dormir en las cuevas.La sacerdotisa no entiende el porque de la interrupción, sus ideas divagan algunos segundos antes de volver a mirar la cara de los otros, a excepción del señor de los lobos, todos los demás tienen una cara de profunda preocupación, en especial Skar quien esta temblando escondida dentro del pelaje de uno de los ðumblas dormidos, entonces entiende, si decide contar todas las historias que conoce sobre los monstruos, bestias y gostrones de la nieve es posible que preocupe tanto a sus compañeros que terminen siendo incapaces de dormir por la noche. Finalmente todos terminaron de comer y se prepararon para dormir, los hijos del norte y el hada se recostaron sobre las bestias peludas, el resto, ya sea por miedo a las bestias o simplemente por no considerarlas tan cómodas decidieron recostarse en el suelo, contra arboles o en camas provisionales que habían hecho previamente. Así termino su primer día de viaje, si apresuraban el paso era probable que a mitad del día siguiente llegaran a la nieve y ahí, los verdaderos obstáculos los esperarían.
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Post by leand123 on Dec 4, 2018 11:07:22 GMT -5
Antes de dormir cuando la sacerdotisa había terminado su palabra sobre los no-muertos el se paro un momento y con las artes elementales avivó el fuego a un punto donde emanaba una calidez a todos los presentes durante un momento.
Mistem: si fuego se necesita contra ellos creo que seré más útil en este trabajo -al cerrar el puño el fuego volvió a como estaba antes- y si necesitan más luz en sus antorchas estaré feliz de estar para ayudar -Esto lo hizo con la intención de quitar pesadez a la advertencia de los originarios del norte pero evitando quitarle precaución-.
Zeeb: ¿Y si no necesitamos tu ayuda? yo podría haber hecho esto solo.
Mistem: Señor piel de lobo, no se de donde eres pero tal vez te sería bueno saber que los dientes filosos no sirven contra la piel congelada, es más creo que hasta podría causar dolor de dientes.
Shear: Tal vez ya sea buen momento para dormir -dice antes de que aquella conversación continuase- creo que la repentina calidez del fuego ha mejorado mi posibilidad de sueño.
De ese modo Mistem dejo de hablar esperando que si intento de aliento a los demás hubiera sido bien recibido, y se acostó pensando en que su tribu estaría bien sin el, o al menos eso deseaba
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Post by Freyja on Dec 12, 2018 11:59:34 GMT -5
Con la bolsa bajo mi cabeza, acurrucada cerca de las llamas y el abrigo cubriéndome, me fui sumiendo poco a poco en el mundo de los sueños. Veía como los demás poco a poco se quedaban dormidos. Primero la sacerdotisa Shear, cuyo nombre pude escuchar varias veces a lo largo del camino. Luego uno de los del clan Garou (el más excéntrico de los tres) seguido de sus compañeros, el vikingo y el joven lobo. Dejando de último al monje que ofreció su habilidad con el fuego. Estoy segura que me dormí primero que el. La noche fue tranquila, casi no sentí molestia alguna, haciendo de la llegada de la mañana un evento casi imperceptible. Tan sólo la luz del amanecer fue lo que lentamente nos despertó a todos. El cantar de las aves y la suave brisa de la mañana fue lo que nos dió los buenos días. Escuché a la joven sacerdotisa desear buenos días a todos de una manera muy alegre y dulce, y para ser sincera, me pareció una ternura. No pude evitar regresarle los buenos días con la misma energía. ¿Cómo alguien que vive en un lugar tan helado podía ser tan cálida? Me causó risa el pensamiento de que no todo es lo que parece. Tal vez así sea con el resto de los viajeros que ahora nos acompañan. Hrothgar: Debemos proseguir. El día avanza.
Shear: Creo que sería oportuno continuar...
Ankris: ¡Luego de comer! Me muero de hambre... — La petición de la sacerdotisa fue interrumpida por los quejidos del miembro del clan Garou, y los gruñidos de su estómago.—
Duna: ¡O-oye! Compórtate un poco, nos estás haciendo quedar en ridículo.
Araia: Por muy en desacuerdo que suela estar con el clan, ésta vez, creo que tienen razón. Debemos reponer agua y comer antes de comenzar el viaje, sacerdotisa Shear.
La joven, ni corta ni perezosa cedió con una sonrisa ante el deseo de los viajeros. Shear: ¡Bien! Buscaremos algo para desayunar todos antes de partir.
El joven lobo estuvo a punto de refutar, sin embargo me le adelanté. Araia: Estoy segura de que el clan Garou querrá buscar su alimento por su cuenta. —Observé al líder con algo de rigidez, la cual disimulaba con una sonrisa. Fue como decirle con la mente "Te dejarán en paz para cazar, pero no formes un escándalo". Sus músculos se destensaron.—
El joven lobo, inexpresivo, solo hizo un gesto con la cabeza, y con una mirada a su gente, se dirigieron a cazar. Como una manada. Mientras, El vikingo decidió ir a cazar en dirección contraria, la sacerdotisa y yo nos dispusimos a buscar agua. El monje acordó buscar frutos para el camino. La búsqueda del agua fue sencilla, cargarla fue fácil puesto que mi manejo de la misma lo convertía en un trabajo ligero. Llegamos junto a las grandes bestias peludas para guardar agua para el resto del día. El vikingo terminaba de despellejar el animal. Shear: Volviste muy pronto —musitó con suavidad— Hrothgar: —Resopló un poco cansado— Fue fácil, pero cansado.
Araia: ¿Aún no vuelve la manada de lobos?
Ryoma: No hables tan pronto, postre de miel, Ya hemos vuelto. — El chico de ojos amarillos sostenía un animal tras su cabeza. Me lanzó una sonrisa demasiado elaborada con la intención de impresionar. Logró el efecto contrario.—
Araia: Debieron haberte usado de carnada.
Mis heladas palabras, como eran de esperarse, rompieron el corazón del casanova. En su rostro estaba reflejado el rechazo. El licántropo miró la escena sin mucho chiste, y sólo le ordenó sentarse a preparar su alimento, junto con los demás del clan. Comencé a contar. Faltaba alguien. Mientras el gigante avivaba el fuego para asar al lechón salvaje, noté que faltaba el monje. Araia: Creo que iré a ayudar al monje, no lo he visto en un buen rato.
Shear: Bien, ¡Con cuidado! —La sacerdotisa sonaba genuinamente preocupada—
Le sonreí y continué caminando en búsqueda del monje. Finalmente lo encontré recogiendo bayas silvestres. Araia: Ah, aquí estás. Casi estamos listos, ¿Nos acompañas a comer?
Mistem: Claro, solo acabaré de recoger las de aquel arbusto y voy enseguida.
El monje señaló un arbusto a unos pasos de él, sin embargo no había frutos en el. Estaba vacío. Araia: Ehm... No es por ofender, pero... En ese arbusto no hay nada.
El monje rió. Mistem: No hay nada todavía.
Confundida, no aparté los ojos del monje, quién se acercó al arbusto, y con gran concentración y una elaborada danza, pudo hacer crecer fresas en aquel arbusto. Araia: ¡Puedes... Controlar vida vegetal! —dije impresionada. Era una habilidad que no poseía—
Mistem: Así es. No es tan difícil como crees, sólo requiere práctica.
Araia: ¿Crees ser capaz de enseñarme a hacerlo?
El monje, sonriente asintió. Me pidió acercarme a él y realizar los mismos movimientos que el mientras recitaba una melodía en mi cabeza. Sus movimientos eran ligeros, como si se dejara llevar por una corriente, luego eran rígidos como la piedra. La melodía era una mezcla entre una escala ascendente, y luego bajaba a tonos más graves sin muchas alteraciones, parecía una fusión, entre danza del suelo y del agua. Claro que como era de esperarse, a la primera no obtuve resultado visible. Araia: Oh... —dije con decepción a la vez que me sentaba en el suelo.—
Creo que solo logré deprimirme. Pensar en que si no aprendía lo suficientemente rápido, no podría serle útil a Ti'ran, mi único sueño. Aunque me costó años de práctica lograr aprender a dominar ciertas habilidades, siempre me sentía así al inicio. Incompetente. Dejé escapar un suspiro. Mistem: Es tu primera vez. Cómo dije, con la práctica, lograrás esa habilidad, y podemos practicar un poco cada vez que hagamos una pausa en el viaje, y luego de éste. — El hombre acabó de recoger las fresas y se colocó de pie— También puedes usarla en combate si alguna vez es necesario. Tengo el presentimiento de que tendremos que luchar con cosas no muy agradables en éste viaje. — Me extendió su mano— ¿Regresamos? Araia: Claro. —Con los labios esbozando una sonrisa que escondía mis inseguridades, acepté su ayuda para levantarme y fuimos junto con los demás.—''Sólo necesito más práctica...'' repetía una y otra vez en mi cabeza. Ese se volvería mi mantra para ser cada vez mejor. Para que Ti'ran estuviera orgulloso de mi, y no se arrepintiera de haberme salvado.
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Post by Genesis on Dec 13, 2018 22:27:05 GMT -5
Un día de viaje. Es todo lo que hacía falta... cada vez más, los árboles crecían, y con ellos, la temperatura bajaba. El sol se sentía cada vez menos cálido, más alejado de la protección de Akímida. Eventualmente, el blanco cegaba sus vistas donde fuera que mirasen, salvo que cerrasen los ojos. El verde de los pinos reemplazado por el color de madera muerta. El viento ya no les reconfortaba, sino los ahuyentaba, con fuertes corrientes que helaba sus huesos... Anciano: Nos acercamos a la fuente...Lo notaron antes de llegar. No había animales en la cercanía. Pudieron ver carcasas sin vida, ni siquiera los insectos parecían alimentarse de éstos. El frío los preservaba, pero no cabía duda, estos animales habían muerto hace un buen tiempo. Mientras avanzaban entre los árboles, un bosque con pinos más altos que los no-natos del norte jamás habían visto. Sentían su corazón palpitar, su cabeza se sentía ligera... un odio incomparable comenzaba a llenarlos. Ganas de matar... Ankris: Grrr... No aguanto esta sed... ¡Debo matar algo!Duna: ¡Sangre...! ¡Debo ver sangre!Ryoma: Hambre... ¡De sangre! ¡DAME SANGRE!Así, en sin advertencia previa, Los licántropos se alzaron contra las personas más cercanas... sea por instinto o por lealtad, ignoraron a Zeeb. En cambio, uno se avalanzó contra Araia, otro contra Hrothgar, y la otra contra Shear. Un muro de piedra se levantó entre ellos, los lobos golpeando sus rostros contra el repentino muro, y cayendo al suelo. Sus miradas ahora sobre el anciano, con una pierna adelante, sus brazos preparados. Anciano: ¡Ustedes deben controlar su instinto! ¡Controlen su espíritu!Zeeb: Sed... grrrr... ¡Solo nosotros podremos tener esta gloria!Araia: ¡Traidores! Por la gloria de Ti'ran, Yo los mataré...Hrothgar: ¡Yo digo que si quieren morir vengan a mí!Skagaral: (El sonido... No se detiene... Pero tal vez si los mato...)Mistem: ¡Grrr! ¡Yo no puedo deshacerme de estos pensamientos violentos!Shear: Sangre... Sí... Ahora yo lo veo... no habrá paz si todos siguen buscando conflicto... Debo...Anciano: ¡Calmen sus espíritus!???: Ellos no escucharán tus palabras. Es tarde. Han escuchado el cantar de Belus.Mientras cada uno de los presentes se preparaba, no para defenderse, si no para atacar, un hombre enmascarado se presentó ante ellos, su voz jovial, pero con un tono de autoridad. Caminaba entre ellos, completamente descalzo, expuesto a los elementos. Levantó la mano, y todos se detuvieron. Todos salvo el Alto sacerdote. Algunos reconocieron inmediatamente su máscara y apariencia. Shear: ¡Ti'ran!Cuando la sacerdotisa lo dijo, las expresiones de los presentes cambiaron. Sintieron la ira en sus cuerpos aplacarse el momento que el enmascarado levantó su mano. El alto sacerdote parecía a la vez confundido y completamente sobrecojido. ???: Kadexae... has envejecido.Anciano: El tiempo es indetenible para nosotros los mortales... Yo no pensé que lo vería de nuevo. No antes de morir.???: Ha llegado el momento de que tomen responsabilidad, Kadexae... Me alegra verte en vida, Araia.Araia: ¿Es... es verdad lo que ella dijo? ¿Eres tú...????: ... No pretendo ser lo que no soy. No soy Ti'ran, si no su encarnación... su cuerpo en este mundo material. No vine a conversar, si no a advertir y preparar. He juzgado a aquellos capaces de seguir adelante de aquellos que no. Aquellos incapaces de seguir, den la vuelta y vivan; sus espíritus no están listos para sobrevivir lo que yace adelante.Al igual que antes, sus palabras eran mucho más elaboradas de lo que jamás habrían escuchado. Era difícil comprender lo que decía... hablaba diferente a ellos. Sus palabras eran complejas, altas, hablaba figurada y literalmente. Como si su lengua nativa fuera otra, una más elaborada a cualquiera que los presentes conociera. Salvo la Ussiana, y la sacerdotisa. El enmascarado miró a ambas, y tras ascentir, les regaló una pieza de información. ???: Un bray verse sae, silia... donque nor mienaore ver una Ussiana... Le yerganas non devirea aeir blirtas facea so... una riven... no parira abran kair.Skagaral: (¿P-por qué estoy temblando...?)???: Hiciste bien al traerlos, Kadexae. Sabía que tu instinto los guiaría.Anciano: Yo hice lo que es mi deber.???: He silenciado el canto de Belus. Es su canción la que los ha aquejado; la que está causando la guerra renazca.Zeeb: Belus... ¡El nombre de nuestra presa es Belus!
???: Es correcto. Belus e Ixtar. Nacidos de su guerra, nacidos de su miedo, y más importantemente, nacidos de su ira. Ellos son dioses de la guerra. Nacieron para pelear, para el caos y la discordia. Es una respuesta natural ante la muerte del corazón del mundo... buscan seguir causando conflicto, para que la rueda no se detenga. Y sin embargo, solo traerán muerte al mundo. Ellos nacieron de sus guerras. Y por tanto, deberán caer por sus actos. Si siguen adelante, encontrarán a Belus. El dios de la guerra y el caos. Se alimenta del conflicto, de la discordia.Mistem: ¿Cómo puede haber otro dios que tú? ¿Cómo puede haber otra diosa que Akímida????: Nacieron de ustedes. No necesitan; no entenderían de saber más. Kadexae... guíalos...Anciano: Eso es mi deber... no les fallaré, Kaelrote.Kaelrot: Hace años no escucho ese nombre...Anciano: Disculpame. Pero el nombre de Ti'ran está reservado para mis plegarias, no mis conversaciones.Kaelrot: Como desees... Araia, Mistem, Shear, Hrothgar, Zeeb. Los juzgo listos. El resto, por pocos que sean, den la vuelta, o es seguro que perecerán.Ryoma: Que aburrido...Kaelrot: Ahora saben lo que les espera. Y eso es todo lo que he venido a hacer. El cómo lidian con ésto está a su juicio. Pero no deben temer, pues incluso si llegan a caer, sus ancestros los cobijarán en la muerte, y nosotros nos haremos cargo del resto.Anciano: ¿Que piensas hacer sobre Ixtar?.Kaelrot: ... Cada cosa a su tiempo, Kadexae. Aún debemos ver si están listos para tal responsabilidad.Kaelrot: Pero sepan que espero mucho de ustedes.El enmascarado que respondió al nombre "Kaelrot" se dio la vuelta, y tal como apareció, la ventizca lo cubrió y se fue, dejando atrás al pequeño grupo de aventureros. El Anciano, que respondió al nombre de Kadexae exhaló, el frío siendo visible al expulsar su aliento. Tan pronto se fue, todos se hicieron conscientes de la ansia de sangre que volvía a ellos... ¿El canto de Belus...? Anciano: Ustedes hagan los preparativos que requieran. Haré una danza para mantener nuestros espíritus a salvo de la canción de Belus... LA KALTEMA AD EN UNASTE DÁIMON Instrucciones : Han llegado al valle congelado. Solo basta dar la vuelta a la montaña, un viaje de menos de media hora para encontrar a su objetivo: Belus. Un dios de la guerra. Tal como Kaelrot (Kaelrote, si hablas Arcadio) les ha dicho, solo aquellos que tengan una ficha en "Personajes" deberían avanzar. Pueden hacer caso omiso, sin embargo, y atenerse a las consecuencias. Mientras no se alejen mucho, Kadexae puede protegerlos de la canción y evitar que se vuelvan agresivos entre sí. Su enemigo es un dios, pero Kadexae tiene un plan para derrotarlo... tienen hasta el anochecer, un total de 7 horas (on-rol) para hacer lo que quieran, incluso huír antes de ser forzados a combatir. Cuando los nombrados hagan presencia y se acuerde que están listos para seguir, colocaré la ficha de su enemigo y empezará la batalla para probar que son dignos de heredar el arte del destino.
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Post by hanwolf on Dec 14, 2018 23:16:19 GMT -5
Durante el trayecto algunos miembros de la comitiva se habían vuelto una molestia para el gran Zeeb. Pero este solo les ignoro, con excepción de la mujer. Quien a pesar de haberle ofrecido una tregua con anterioridad, nunca recibió respuesta por parte del líder Lykano. Simplemente recibió una mirada profunda e inquietante que dedicó en cada ocasión en la que sus caminos se cruzaban. Una mirada cargada de significado la cual solo un cazador paciente y experimentado podía poseer. Las cacerías perfectas eran cuando la presa no veían venir el movimiento final. Siendo Duna, la única entre los discípulos de Zeeb que se percato de sus intenciones. Pero cuando el ambiente se volvió denso. La sangre de los garou hirvió sin razón alguna. Provocando con esto que sus apariencias sin llegar a la forma final de guerra, cambiasen. Orejas sobresalieron sobre sus cabellos y pelo creció en manos y mejillas. Junto a miradas desquiciadas formadas por pupilas contraídas. Siendo Zeeb el único que logró mantenerse en el sitió sin perder el control. No sin cierta dificultad, pues al igual que sus iguales pelo negro había crecido en sus mejillas y manos, en conjunto de sus garras. Unos brillantes ojos sobresalían de su semblante ensombrecido por su capucha de lobo. Cuando el Caos por fin cedió Zeeb se acercó hasta sus discípulos totalmente decepcionado. - La fuerza del cazador reside en su autocontrol. No son dignos.Marchaos- Y dándoles la espalda se dispuso a seguir al anciano. Duna:
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Post by Belzhagram on Dec 16, 2018 18:52:51 GMT -5
Las colinas del sur eran el lugar predominante de lugares que cambiaban el pensamiento de cualquier persona que pisara esa zona, desde cúspides repletas de nieves y cadáveres congelados hasta cuevas subterráneas con tonalidades lúgubres y parajes tétricos repletos de misterios que no podrían ser descubiertos ni tampoco ser nombrados. Desde estas colinas la tribu Zar'elloth regía su poder e influencia en las zonas sureñas del mundo, rememorando un pasado que ya no era de ellos, recordando una historia manchada con cicatrices diseminadas a lo largo de la tierra y la mente de cada uno de las personas que integraban esa tribu. Zonas vastas en recursos, pasto creciente para el ganado, agua fluyente de ríos y comida de la naturaleza eran una vista constante en las tierras donde se habían instalado y lo que reinaría en casi toda la parte sur de Asuhn, puesto que había una diversidad bastante amplia en esta zona, desde planicies pasando por mesetas y terminando en valles. Instalados a la par del único punto terrestre que daba al Valle Putrefacto como le denominaban ellos, resguardaban la entrada a viajeros desprovistos de información y resguardaban del mundo exterior toda la maldición que había dentro de este lugar. Protectores que acarreaban una maldición, el peso del desgarro del alma los marcaría por siempre.
¡Bragmanath! Replicaron en medio de las cabañas, clamando al Sumo Sacerdote, líder y guía de la tribu. ¡Hay problemas, tienes que verlo ahora mismo! Poco después de las peticiones de ayuda, el líder salió con un cetro de madera tallado por su segundo y más atrás, salió el Sacerdote: Belzhagram. El líder era un adulto con un porte erguido, túnicas claras con adornos y cabello blanquecino que se contaba que eran por las cenizas de sus familiares al ser quemados para evitar que esparcieran la peste, pero esto solamente eran solamente rumores. Por otra parte Belzhagram, su segundo, era alguien que gustaba de usar capas y cubrir su cuerpo, tapando su cara bajo una serie de máscaras que ocultaban su rostro que, decían las malas lenguas, estaba marcado por la maldición que él había traído, pero eran solamente rumores como en el anterior caso. Está muy herido, no sabemos qué ocurrió. La tribu entera se arremolinó alrededor del explorador que había llegado y Bragmanath tomó la decisión de dispersar al grupo, golpeando el piso con su cetro y llamando la atención en el proceso. Bragmanath: Es Tharezan, denle un espacio. Lo necesitará. Solicitó en una forma afable para que acataran sus ordenes pero con un evidente tono de preocupación entre sus líneas. Belzhagram: El hedor de la peste lo acompaña, Sumo Sacerdote. Recalcó mientras se acercaba al líder para posteriormente tomar la iniciativa de acercarse y acuclillarse junto al explorador mal herido.
Bragmanath: Tienes razón, Bel, pero no por eso debemos prescindir de personas de la tribu y menos si se trata del mejor explorador que disponemos. Es un riesgo que debemos que tomar: solamente hacía su trabajo. Explicó el líder con un ápice de calidez y una expresión de protección como si quisiese cuidarlos a todos, casi enternecedor.
De ciertas heridas emanaba sangre en leves cantidades pero dejando un rastro muy evidente por el pasto y manchando su ropa casi por completo pero, de tres heridas aparentemente ocasionadas por un zarpazo, salía algo viscoso de tonalidades verdosas y en algunos momentos podría decirse que llegaba a ser negro. Era una nueva visión de lo que podría llegar a hacer aquel valle que habían abandonado hace años. Poco faltó para que Sazrin, la curandera de la tribu, llegara con un paso apresurado y una clara mirada de terror en sus ojos, una expresión de asco en su cara y una respiración agitada al ver tal plano.
Sazrin: Por los dioses... ¿Quién le ha hecho esto? Comentó con algo más de compostura y se acercó, poniendo una mano en el hombro de Belzhagram que aún estaba acuclillado junto al explorador.
Belzhagram: Creo que querrás decir qué le ha hecho eso. Ningún animal dejaría a su presa así y nada benigno de estas tierras sería capaz de tal acto. Comentó con una frialdad nata y alzó la cara del herido un momento para detallarlo minuciosamente.
Bragmanath: Deberías ver qué hay ahí y resguardar el pasaje, Bel. La situación es precaria y no confío en nadie más que en ti para ese trabajo. Necesito pensar y decidir. El Sumo Sacerdote se encontraba exhausto y con una cara de preocupación que no podía disimular ya, Belzhagram no sabía si lo habían elegido por las palabras anteriormente dichas por su superior —que era la única persona en la que realmente confiaba— o si había sido por su naturaleza ligada a la peste, fuese como fuese, solamente asintió ante su orden y dejó que se llevaran al explorador y el grupo se dispersase por completo.
El camino había sido olvidado, la visión de su pasado se erguía frente a él con cada paso que daba por ese inhóspito lugar que perdía belleza y vida mientras más se adentraba. Casi al finalizar el camino, ya no habían vestigios de pureza y ni siquiera se hallaban pruebas de que alguna vez hubo vida en esa zona. Belzhagram se paró firme en un montículo para observar el paisaje lúgubre frente a él y aspiró el aroma que inundó en cuestión de segundos sus fosas nasales: peste y corrupción. Belzhagram solamente pudo bufar y gruñir ante ese hecho y reposó unos segundos, quedando a la espera de lo fuera que había ahí adentro.
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Post by Freyja on Dec 18, 2018 11:31:46 GMT -5
"Dijo que le dio gusto verme en vida" Una sonrisa se dibujó en mi rostro apenas le vi. La misma sonrisa estuvo minutos después de haberse marchado. Pensando en sus palabras hacia mí, aunque fueran unas pocas. "Mencionó mi nombre primero que los otros viajeros" Mientras le escuché hablar recordé aquel sueño. Aquella visión que tuve antes de morir, cuando Ti'ran salvó mi vida, y la transformó en algo nuevo para siempre, y mi vida pasó a ser suya, ya que decidí servirle hasta que mi cuerpo soltara su último aliento. "Puedo hacerlo sentir orgulloso..." A escondidas de los demás, dejé que mis pensamientos me sacaran unas cuantas lágrimas de completa felicidad. Tomé una gran bocanada de aire y asegurándome que nadie me había visto, con el dorso de mi mano sequé aquellas lágrimas cálidas antes de que el frío invernal las volviera hielo. "Tengo que hacerlo sentir orgulloso." Ver a "Kaelrot", como se había nombrado la reencarnación de mi padre, me dio suficiente motivación para ser más. Más fuerte, mejor de lo que ya soy. Me atrevería a decir, que lo que le prometí a Nita sobre no competir con mis hermanos en espíritu, se me había comenzado a olvidar. Pero ¿Cómo podía no ser la mejor hija del que fue mi héroe? Quién me amó más que mis padres de la tierra, o cualquier otra persona que alguna vez conocí. Que me consideró lo suficientemente importante como para luchar en su nombre. Me costaba. La pequeña sacerdotisa nórdica, a pesar de mis intentos de ocultarme, notó que secaba mis lágrimas. Shear: ¡Oh no! ¿Te encuentras bien? ¿El frío te está haciendo daño? — Su delicada voz sonaba tan preocupada, que me dio algo de pena decirle siquiera una pequeña mentira—
Araia: No, nada de eso Sacerdotisa Shear. Es tan sólo que ver la materialización de Padre en éste mundo... Mueve mi corazón de una manera inexplicable — liberé una risa ligera. Miré a la chica a los ojos con una sonrisa, la cual devolvió llena de amor y ternura. Imagino que mis palabras llegaron a su corazón de cristal. Se limitó a asentir en confirmación de que todo estaba en orden.— Giré mi rostro hacia el monje, al parecer meditaba. La manada que seguía al líder lobo se había marchado. El Alto sacerdote Kadexae aún realizaba su danza y el vikingo y la pequeña sacerdotisa, la cual se marchó con él, parecían estar ocupados. Aún teníamos que marchar al lugar en donde aquel enemigo, el supuesto "Belus" se encontraba, pero como si de un pensamiento colectivo se tratase, el viaje fue tan agotador que decidimos descansar en aquel valle congelado por un momento. La canción de Belus aún podía escucharse, deslizándose entre los imponentes glaciares frente a nuestras pupilas, envolviendo todo el valle
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Post by Belzhagram on Dec 18, 2018 20:53:50 GMT -5
El viento chocaba constantemente contra sus ropajes haciéndolos bailar en un vaivén incesante y acarreando consigo el tan odioso olor a putrefacción del que estaba acostumbrado. Muchas piedras en su camino y un tenue pasto era lo que podía divisar en las cercanías a su posición actual, un sol que iluminaba su camino como un farol que lo guiaba hasta su destino y una soledad inherente a él como lo era la locura a un desquiciado o la medicina a un enfermo, la necesidad de descubrir lo que ocurría en ese lugar era tan vaga para él como la sencillez de la vida de Tharezan que ahora pendía de un hilo por su imprudencia pero, viéndolo bien, ¿qué era lo que había ocasionado ese ataque tan brutal y audaz contra el explorador? Los misterios se hicieron para desentrañarse en muchas ocasiones, pero a veces la probabilidad de encontrar cosas que no quieres está tan latente como la inseguridad de si lo lograrás o no. El paisaje que encontró frente a sus ojos cuando llegó a lo que solía ser el preludio a la entrada del valle fue desalentador para toda esperanza: carencia de vida en su esplendor total. El mismo pasto que ahora era menos llamativo y que se convertía en tierra rasgada en algunas ocasiones era lo que más abundaba bajo sus pies. Bajo sus pies tronaban constantemente contra el crujido de las piedras siendo trituradas por la fuerza de sus pisadas, el choque de algunos huesos colgando de otros ocasionado por el viento hacía como si una música ambientara el lugar, los pequeños riachuelos que daban minucias de agua contaminada vibraba contra el choque propio de su oleaje interno y el movimiento de algunos vestigios de árboles muertos, quemados y derruidos hacían que su paranoia se incrementara y pusiera sus sentidos alerta, dilatando sus pupilas mientras sus ojos escaneaban con rapidez el lugar, como si un ente lo estuviera acechando, como si sintiera la presencia de un ser. Un frío recorrió su espalda e hizo que sus manos se posaran en sus dagas de marfil cuando una bandada de pájaros se alertó por algo y voló muy por encima de su cabeza en dirección a la salida del valle, escapando de algo dentro del bosque corrupto.Ahí había algo. Él lo sabía y lo que fuera que estuviera ahí dentro también lo sabía. Mientras tanto, en la aldea... Sazrin había logrado estabilizar al explorador con una audacia y facilidad casi sorprendente pero, para desdicha de los demás, no había logrado despertar de su estado de inconsciencia. Tharezan estaba vendado de pies a cabezas mientras algunas de estas vendas emanaban un aroma propio al de la sangre y se veían claramente manchadas por el color carmesí que al parecer no paraba de emanar en algunas zonas por la gravedad de las lesiones infligidas. A lo largo de la mesa de madera había utensilios, hierbas, ungüentos y vasijas, resguardando todo con muchísimo recelo, haciendo especialmente énfasis en el líquido que brotaba de su herida principal en el pecho que se encontraba llenando casi por completo un cuenco de madera. Sazrin tenía la costumbre de cantar mientras hacía sus cosas, mientras operaba o recolectaba hierbas, pero su fascinación era hacerlo cuando cuidaba a sus pacientes. Ese día no sería la excepción. Una melodía meliflua comenzó a retumbar por todo su área de trabajo haciendo que el eco que llegaba a las afueras hiciera sentir agraciado a todo aquel que la escuchara, un tarareo suave que era acompañado por una serie de caricias a su paciente con la intención de que, en sus sueños, tuviera la misma sensación y se sintiera protegido de los males, o al menos eso le enseñó Belzhagram cuando comenzó a ser curandera. Sazrin siempre se preocupó por Belzhagram, llegando a cuidarlo en más de una ocasión por inhibición ante el peligro y la carencia de moral que tenía, llevándolo a problemas que eran más grandes que él, mientras este último se reservaba por completo su opinión sobre ella. Sazrin: Saldrás de esta, Tharezan... Sé que lo harás. Susurró casi sobre él, dejando caer un par de lágrimas que escurrieron por su mejilla y llenaron la frente del contrario con el rocío de sus ojos. Como si fuese una imposición a los dioses, aquel hombre despertó con mucha lentitud y adolorido en demasía, levantando su cabeza de golpe cuando recordó el por qué estaba ahí. Tharezan: ¡Tengo que volver al valle ahora mismo! Exclamó mientras intentaba levantarse pero el dolor evitaba la acción y volvía a su posición de inicio. Sazrin: ¡Calma, Tharezan! ¡Estás muy mal herido en estos momentos! No puedes emprender ese viaje, siquiera puedes moverte, por el amor de todos los dioses. Soltó un reclamo ante la actitud del explorador y buscó un cuenco con una especie de líquido rojizo con muchas otras esencias que fluctuaban dentro del cuenco, poción lo denominaba ella. Tharezan: No lo entiendes, debo volver. Hizo una pausa y un evidente miedo se apoderó de sus ojos, haciendo que el desconcierto se hiciese palpable en el aire. El mal está inundando el valle y expandiendo su corrupción, nunca había visto algo como esto. Finalizó y su respiración se empezó a acelerar, denotando el desespero que tenía en ese instante. Sazrin: ¡Oh, por favor! Belzhagram partió a ese lugar hace un tiempo ya, deberías despreocuparte, él sabe lidiar con esos asuntos. Restó importancia, hablando como si se tratase de la mera corrupción que infesta el valle y sus cercanías. Tharezan: Sigues sin entenderlo, no te hablo de la corrupción, te hablo sobre lo que me hizo esto... Sabe que estamos aquí y viene en camino ahora mismo. Sentenció con un tono de voz apagado al igual que su mirada que dejó de tener expresión alguna mientras Sazrin se encontraba totalmente petrificada en el sitio, sin saber qué hacer realmente. De nuevo, en el valle... Belzhagram se estaba adentrando sin premura ni cuidado en lo que parecía ser los primeros metros del antiguo valle, rompiendo varias ramas y hojas secas con cada pisada que daba y alertando a la fauna extravagante que había en las cercanías, chocando contra pequeños arbustos en su huida del invasor. La sensación de estar siendo observado no esclarecía y los movimientos en sus cercanías aunque él no se estuviera moviendo hacía que aumentara su sensación de inseguridad pero, aunque carecía de miedo, sentía la incomodidad en su cuerpo.
Belzhagram: Un valle inmarcesible repleto de oscuridad que rebosa vileza, ¿cómo es posible que yo haya creado todo esto? Habló para si mismo mientras tocaba la corteza de un árbol a su lado y la acariciaba con delicadeza, detallando y abriendo todo un mar de posibilidades en su mente. Mi mayor creación. Susurró con un tono macabro y apretó la corteza que se deshizo en su mano y se quebró, cayendo al suelo en pedazos. El regocijo era tan grande que lo mantuvo en un trance, perplejo de lo que supuestamente había construido de manera inconsciente y un sonido ensordecedor lo sacó de su trance. Un rugido. El rugido se hizo tan fuerte que el eco hizo que sonara en todo el bosque y resonara alrededor de él, sin saber en qué dirección había sido. El rugido hizo mella en su cerebro, afianzando su paranoia y carcomiendo su cordura, quedando a merced de lo que fuera que estaba ahí dentro, pero algo sí era seguro: ese algo lo estaba acechando y sabía dónde estaba.
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